Las asocaciones de la zona centro, Versalles, La Luz y Valliniello demandan soluciones para reabrir inmuebles vacíos y en la zona rural advierten de las deficiencias en el transporte y conexión a Internet
I. G.
Avilés | 16·01·23
Fijar población es uno de los principales objetivos de Avilés en la última década, puesto que la tercera ciudad asturiana ve menguar año a año su padrón local. Este asunto es una de las claves que analizan algunos dirigentes vecinales a la hora de intentar buscar soluciones al problema de la vivienda. «¿Por qué no se quedan a vivir en Avilés los jóvenes que trabajan en empresas de Avilés?», se pregunta Pablo González Castañón, portavoz de la asociación «Pedro Menéndez», quien considera que el problema de la vivienda es «complejo» y que no solo responde a una sola variable. «Hay escasez de suelo público y por lo tanto las promociones públicas que abaraten los precios de venta de los pisos en Avilés no existen y el alquiler, por norma general, está caro. Actualmente, las hipotecas cuestan menos que los alquileres, pero la mentalidad cambió», señaló el representante vecinal que afirma que el plan municipal «Avilés Alquila» «funciona» pero «quizá habría que darle un impulso».
González Castañón afirma, además, que en el centro de Avilés «existen viviendas vacías y bajos comerciales sin actividad». «Es una pena esa situación, que los pisos y locales estén cerrados en un concejo que pierde población mientras Corvera y Castrillón crecen», indicó antes de volver a preguntarse por la necesidad de analizar en serio la pérdida constante de población y plantear la posibilidad de diversos tipos de medidas a los propietarios que no ponen sus viviendas vacías al alquiler o a la venta.
Manuel Miranda es el presidente vecinal de La Luz. Afirma que una de las claves para fijar población en su barrio es aportar más ayudas a la instalación de ascensores exteriores en los edificios, muchos construidos en los años sesenta del pasado siglo. «En La Luz hay muchas viviendas vacías que se devalúan por esta situación, porque no tienen accesibilidad», apunta el dirigente vecinal, quien percibe que esa vivienda vacía «en no pocos casos está relacionada con herencias sin resolver». Sobre los alquileres, continúa Miranda, «hay inseguridad jurídica para los propietarios» y, afirma, las normativas deberían proteger tanto al inquilino como al dueño del inmueble. En líneas generales y ya fuera de su barrio, Manuel Miranda entiende que reducir el precio de los alquileres, ampliar el acceso a créditos con intereses bajos para poder adquirir una vivienda y mejorar el servicio de transporte urbano pueden ayudar a fijar población.
Antonio Gil es el dirigente vecinal de Versalles. Defiende que su barrio y también Avilés en general cuentan con poca oferta de viviendas en alquiler y los pisos a la venta «tienen precios disparados«. «La administración debería impulsar más las viviendas en alquiler», apuntó el dirigente vecinal. Gil entiende que Versalles, por su ubicación a diez minutos a pie del centro de Avilés y sus servicios, está atrayendo a jóvenes. «Los alquileres son más baratos aquí que en el centro de Avilés, pero por ejemplo, la falta de ascensores en buena parte de los edificios del barrio hace inviable que personas de más edad puedan mudarse a Versalles pese a las viviendas sean más económicas que en el centro», apuntó.
En Valliniello, Lidia Diana, una de las integrantes del renovado movimiento vecinal de la zona, reconoce que no pocas familias con hijos del barrio alto de Avilés han tenido de cambiar de residencia en los últimos años por falta de servicios. «El transporte y la movilidad son claves para poder fijar población y en Valliniello, además, apenas tenemos servicio de internet y hay zonas sin cobertura para el teléfono móvil», defiende Diana.
Sobre la problemática de la vivienda, indica que tanto el alquiler como la compra de viviendas son «caras». «Para acceder a una hipoteca necesitas de unas mejores condiciones laborales y en muchas ocasiones, es inviable acceder a un préstamo», destaca la representante vecinal, quien cuestiona políticas municipales como promocionar el uso de la bicicleta «sin contar con zonas de carril bici» y no velar por una red de transporte público de calidad que conecte los barrios.